Trinity Under Scrutiny

This is a blog dealing with theology, christology, religion, maybe even politics from time to time. As a matter of fact, I will stretch the scope of this blog to the point of discussing any piece of fiction I deem worthy of analyzing for its insights on ethical/moral issues. It is meant to be a forum for discussing God from the perspective of a 21st century layman.

Name:
Location: Monterrey, Nuevo León, Mexico

X-Gen child, aspiring aesthete, yet interested in the moral and ethical decadence of modern man and his lifelong yearning for a relationship with the meaningful Other

Thursday, May 18, 2006

Joy

Today's word (I am referring in this case to the chosen text for meditation from www.sacredspace.ie) refers to joy. What an important word!

Joy is the feeling that defines the Christian's demeanor. We, just like any other person in the world, have our share of worries, tragedies, and frustrations. But joy is always at the heart of our drive. It so happens that this is the second text I read on joy. I present the following transcription (in Spanish) of the first one:


ECLESALIA, 17/05/06.- Las primeras generaciones cristianas cuidaban mucho la alegría. Les parecía imposible vivir de otra manera. Las cartas de Pablo de Tarso que circulaban por las comunidades repetían una y otra vez la invitación a «estar alegres en el Señor». El evangelio de Juan pone en boca de Jesús estas palabras inolvidables: «Os he hablado... para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena».
¿Qué ha podido ocurrir para que la vida de los cristianos aparezca hoy ante muchos como algo triste, aburrido y penoso? ¿En qué hemos convertido la adhesión a Cristo resucitado? ¿Qué ha sido de esa alegría que Jesús contagiaba a sus seguidores? ¿Dónde está?
La alegría no es algo secundario en la vida de un cristiano. Es un rasgo característico. Una manera de estar en la vida: la única manera de seguir y de vivir a Jesús. Aunque nos parezca «normal», es realmente extraño «practicar» la religión cristiana, sin experimentar que Cristo es fuente de alegría vital.
Esta alegría del creyente no es fruto de un temperamento optimista. No es el resultado de un bienestar tranquilo. No hay que confundirlo con una vida sin problemas o conflictos. Lo sabemos todos: un cristiano experimenta la dureza de la vida con la misma crudeza y la misma fragilidad que cualquier otro ser humano.
El secreto de esta alegría está en otra parte: más allá de esa alegría que uno experimenta cuando «las cosas le van bien». Pablo de Tarso dice que es una «alegría en el Señor», que se vive estando enraizado en Jesús. Juan dice más: es la misma alegría de Jesús dentro de nosotros.
La alegría cristiana nace de la unión íntima con Jesucristo. Por eso no se manifiesta de ordinario en la euforia o el optimismo a todo trance, sino que se esconde humildemente en el fondo del alma creyente. Es una alegría que está en la raíz misma de nuestra vida, sostenida por la fe en Jesús.
Esta alegría no se vive de espaldas al sufrimiento que hay en el mundo, pues es la alegría del mismo Jesús dentro de nosotros. Al contrario, se convierte en principio de acción contra la tristeza. Pocas cosas haremos más grandes y evangélicas que aliviar el sufrimiento de las personas y contagiar alegría realista y esperanza. Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
21 de mayo de 2006
Sexto domingo de Pascua (B)
Juan 15, 9 - 17


May the Holy Ghost grant us this Joy in our lives.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home