Alegría
La alegría de Ignacio es contagiosa. Ayer que lo estaba viendo correr por el circuito me volvió a pegar fuerte la conciencia de lo mucho que lo amo. Ese niño energético, colérico, que grita ¡Calle! plañideramente cuando me ve, contiene muchas de mis alegrías, miedos y esperanzas.
Señor, yo sé que tú estás detrás de todas estas pequeñas epifanías que descubro a diario. Te agradezco tu bondad para conmigo y mi corazón desea corresponderte. Permíteme poder estar con la gente que me necesita, dame paciencia y buen oído para escuchar a los que están agobiados.
Jesús, a veces me siento abrumado por todo el trabajo que tengo por delante y por muchas preocupaciones. Mis debilidades muchas veces no me permitan detenerme a ver todas las cosas buenas que tengo. ¿Cómo le hacías tú, que vaya que te la tuviste qué pelar? Mándame algunos tips.
Señor, yo sé que tú estás detrás de todas estas pequeñas epifanías que descubro a diario. Te agradezco tu bondad para conmigo y mi corazón desea corresponderte. Permíteme poder estar con la gente que me necesita, dame paciencia y buen oído para escuchar a los que están agobiados.
Jesús, a veces me siento abrumado por todo el trabajo que tengo por delante y por muchas preocupaciones. Mis debilidades muchas veces no me permitan detenerme a ver todas las cosas buenas que tengo. ¿Cómo le hacías tú, que vaya que te la tuviste qué pelar? Mándame algunos tips.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home